domingo, 21 de febrero de 2016

ALEJANDRO NÁJERA PINTO

Joven, Talentoso y ¡Orgullosamente Comiteco!




Bienvenidos amables lectores a una cita más en este espacio destinado a dar a conocer a los jóvenes talentos comitecos que se encuentran ya sea en nuestra ciudad, en nuestro estado o más allá de nuestras fronteras.

En la entrevista de hoy el protagonista es una persona cuya pasión por la cocina lo ha llevado no sólo a preparase profesionalmente en esta materia, sino también a desarrollar todo un nuevo concepto de la gastronomía local mediante la utilización de ingredientes cien por ciento obtenidos de nuestra región para dar paso a nuevas creaciones que deleitarán el paladar de propios y extraños.

Sin más preámbulos conozcamos más de Alejandro Nájera Pinto, Orgullo  de la cocina Comiteca de México para el mundo.

Alex, recordando un poco el inicio de tu vida estudiantil, ¿En dónde estudiaste la primaria, la secundaria y la preparatoria? ¿Qué es lo que más recuerdas de esos días?

Hola, es un gusto poder estar con ustedes y compartir un poco de lo que he vivido hasta esta fecha. Pues bien, la primaria la cursé en la escuela Dr. Belisario Domínguez que se encuentra ubicada a unos pasos del panteón municipal. La secundaria en la E.S.T. No. 5 en el área de contabilidad. Sin duda alguna, fue una de las etapas más divertidas de mi vida, en la cual iniciaron muchas de las que ahora son mis más sólidas amistades. Cursé la preparatoria en el C.B.T.i.s 108 en la especialidad de Técnico Laboratorista Químico.

Al finalizar tu educación media superior decides emigrar a Cancún, Quintana Roo; para continuar tus estudios profesionales. Relátanos un poco de qué decidiste estudiar y el porqué de esa elección.

Justamente en la especialidad de Químicos llevamos una materia donde tuvimos la oportunidad de ver procesos químicos en alimentos, realizamos prácticas de elaboración de vino, yogurt, queso, etc. y fue ahí en donde me comencé a interesar por los alimentos. Al principio quería estudiar Ingeniería Química en Alimentos y fui investigando poco a poco sobre las características de la carrera, me di cuenta de que sí me gustaba, pero que no era exactamente lo que yo quería. En ese entonces una amiga me dio la oportunidad de ayudarla en el servicio de banquetes y al hacerlo me enamoré del “estrés” que generaba esta actividad, ya que tuve la oportunidad de ver cómo funciona el engranaje en un evento, la importancia de la coordinación del personal para lograr un producto de alta calidad, el convertirte en un estratega y mover cada una de tus fichas para lograr el objetivo.

De esa forma fue como decidí estudiar Gastronomía y nada mejor que irme de lleno a una ciudad en donde la industria hotelera y restaurantera son la principal fuente de trabajo y el nivel competitivo es muy alto. Fue así como llegué a mi alma mater: la “Universidad del Caribe”, en Cancún, Quintana Roo.

Ahí viví cuatro de los mejores años de mi vida, tuve la oportunidad de conocer a muchas personas, de experimentar y jugar con colores, olores, sabores y texturas. Sin duda alguna, la universidad es el mejor espacio para “regarla” y nada más importante que perder el miedo y arriesgarte al error.

Ya con los conocimientos necesarios para dar “rienda suelta” a tu creatividad en la cocina y buscando mejores oportunidades profesionales, te vas a la Ciudad de México. Tengo entendido que estando allá eres contratado por una importante cadena de restaurantes a través de la cual te asignan un puesto en su filial de Estados Unidos. ¿Puedes contarnos un poco de esa experiencia?

El regalo de mis padres al culminar mi carrera fue pagarme un mes de renta en cualquier parte del país en donde quisiera vivir. Mi padre tiene la creencia de que somos como un ave y de que es necesario aventar del nido a los polluelos para que aprendan a volar por sí mismos (aunque en realidad esto no fue nada fácil). Decidí mudarme a la Ciudad de México porque consideré que era un lugar que ofrecía de todo y para todos.

Mi primera experiencia laboral fue en una cadena de restaurantes italianos en donde me desempeñe como parrillero y me destaqué por estar constantemente aportando ideas para la mejora y la estandarización del servicio. Fui parte del equipo que logró la apertura del departamento de calidad y la estandarización de algunos de los procedimientos dentro de dicha cadena. Sin embargo, al tomar importancia mi puesto, este fue otorgado a un familiar directo del dueño, por lo que sin más ni más me  presentaron una hoja de “renuncia” que había firmado por “anticipado” y me agradecieron por el gran aporte de ideas que había realizado para la empresa.

De esta manera inicié la búsqueda nuevamente y me enteré de que un restaurante de muy alto nivel en una de las zonas más famosas de la Ciudad de México se encontraba solicitando personal de cocina. Fui a una entrevista y al finalizar la misma una señora que se encontraba en la mesa de junto me preguntó por mi nivel de inglés y si podía hacerme una pequeña entrevista en ese idioma. Me realizó la entrevista y me preguntó si alguna vez había considerado el hecho de trabajar en Estados unidos. Me citaron nuevamente para otra entrevista y fue ahí en donde me contrataron para irme a Orlando, Florida; a trabajar dentro de Disney World con la compañía San Ángel Inn. Fue una experiencia inolvidable en donde aprendí sobre el control y manejo de personal, así como del trato directo con el comensal y la aplicación de altos estándares de inocuidad e higiene procurando siempre ofertar un servicio de calidad.

Y después de esa experiencia internacional regresas a nuestro país para trabajar en Guadalajara. ¿Qué es lo que más te gustó de esa nueva etapa?

Al volver quise seguir mi camino con el trato directo al cliente y decidí desempeñarme en el área de piso (servicio de comedor). Inicié desde abajo como vendedor (mesero) en Italiannis y me fui capacitando en cada una de las distintas áreas de piso como ayudante de bar, barman, hostess, jefe de piso, etc.  Después de pocos meses llegué al puesto de asistente de gerencia, aunque más que asistente realmente era el subgerente del restaurante, por lo que aprendí las funciones administrativas necesarias para ello y puse en práctica muchos de los conocimientos adquiridos en la escuela. Entendí de la gran responsabilidad y de lo indispensable que se vuelve uno al desempeñar altos puestos en una empresa.


Después de ese tiempo por la Ciudad de México, Estados Unidos y Guadalajara se da la oportunidad de regresar a casa y no lo piensas mucho, pues a la par de un nuevo reto profesional te reencuentras con el socio ideal para crear “¿Qué pensás qué estoy pensando?”. ¿Puedes relatarnos un poco de esta etapa en la que actualmente te encuentras?d de regresar a casa y no lo piensas mucho, pues a la par de una nuevo reto profesiona

Después de estar fuera durante casi cinco años me llegó la necesidad de identidad, de volver a ese lugar en donde todo fue mágico, en donde aprendí de valores y me formé como ser humano con esa calidez que nos identifica a los “cositias”. Se me presentó la oportunidad de trabajar en la Universidad Tecnológica de la Selva, en Ocosingo, y de afrontar el reto que es transmitir los conocimientos que he adquirido en el ámbito laboral a otras personas.

Un día, sin esperarlo, me encontré con un antiguo compañero de la universidad: Ángel Fernando Vidal, también de origen comiteco, y platicamos de nuestras experiencias después de casi cinco años sin vernos. En la plática comenzaron a surgir varias ideas de posibles cosas que podríamos realizar juntos y justo recordamos aquella frase que dice: ¿Qué pensás qué estoy pensando? A lo cual se debe responder: “Si bien sabés que no lo sé”. En nuestro caso particular Angel y yo interpretamos la frase como: “¿Adivinen qué se nos ocurrió?”.

Comenzamos a generar ideas y de ellas salió el resaltar lo que en verdad es gastronomía: El estudio del ser humano, su medio ambiente y su alimentación. Una vez entendido el concepto comenzamos con la propuesta de una nueva comida comiteca, así como del uso y rescate de los ingredientes típicos de nuestra región, por lo que decidimos vender cenas temáticas para dar a conocer nuestra propuesta a la población. Esta idea tuvo gran éxito y poco a poco nos fuimos abriendo la puerta hasta que a finales del año pasado realizamos el festival del día de muertos denominado “Que Viva la Tía”, el cual tuvo la intención de conjuntar el arte en general, realizar una degustación de artes visuales, auditivas, sensoriales y lo más importante: exhibir al pueblo el gran talento que tenemos los Comitecos.  

Como parte final de esta entrevista no deja de ser interesante saber qué planes tienes para el futuro. ¿Seguirás en Comitán aportando tus ideas para darle un nuevo rostro a su gastronomía? ¿Qué nuevos proyectos te gustaría realizar?

Claro que seguiremos en esta bella ciudad. Actualmente Ángel y yo formamos parte del Conservatorio Chiapas de la Cultura Gastronómica y recientemente tuvimos la oportunidad de asistir como ponentes al “TERCER FORO MUNDIAL DE LA COCINA REGIONAL MEXICANA” celebrado en la ciudad de México. Hoy en día tenemos el servicio de banquetes y continuamos trabajando en nuevos proyectos para lograr dimensionar a la gastronomía comiteca como herramienta para generar turismo sin dejar de resaltar la calidez de nuestra gente.

En cada mujer mexicana hay un portento de cocinera, mientras que en cada hombre mexicano hay un portento de glotón. Y el ciclo es tan bello que si la cocinera se olvida de la receta, el glotón estará ahí para recordarla.

Y la “cereza del pastel” en este breve recorrido por tu corta pero destacada trayectoria profesional, sería conocer los “ingredientes” personales que consideras indispensables para destacar en este mundo tan globalizado y competitivo. ¿Cuáles serían éstos según tu filosofía?anal a esta intereuevo rostro a la gastronim encuentras?

La familia, los valores, la identidad, la pasión por tu trabajo, disfrutar de tus ideas y arriesgarte al error… “¡Echando a emprender se aprende!”.


Alex, no me resta más que agradecerte por tu tiempo, interés y dedicación para la realización de esta entrevista. Estoy seguro que en los años por venir seguirás dando mucho de qué hablar y poniendo muy en alto a Comitán y su gastronomía.

Te recuerdo que tu participación es muy importante aportando tus sugerencias sobre jóvenes comitecos destacados que merezcan ser considerados para este espacio.

No olvides mandar tus propuestas a través del blog: orgullosamentecomitecos.blogspot.mx  o bien a través de Twitter en: @OrgulloComiteco


Nos encontramos de nuevo en la siguiente entrevista.

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